Entre la ciudadanía el comentario que más se escucha al celebrar la liquidación de LyF es 'se lo merecían por el mal servicio que nos daban'.
Nadie podemos jactarnos de no haber tenido algún problema con LyF: un recibo inflado en el costo, malas caras y prepotencia al ir a sus oficinas a hacer alguna aclaración, frases como 'primero pague, después vemos lo de su queja' fueron el común denominador que muchos mexicanos vivimos con esta institución, pero si nos ponemos a pensar a fondo: ¿incluso eso ameritaba la liquidación de LyF de un plumazo?
Creo que hay que saber separar las cosas, porque una cosa es el mal servicio que llegamos a recibir de parte de los compañeros ahora sin trabajo a todo lo que se guisa detrás de su liquidación.
Si el movimiento Obradorista tiene como base de su filosofía el cambio, espero que lo que acontece incluso sea una valiosa lección de humanidad para los compañeros electricistas y no solo para ellos, sino para todos los mexicanos por igual: ¡qué importante es que todos nos tratemos con respeto, cordialidad y buenas maneras! Creo no errarle cuando veo que nuestros compañeros nunca se imaginaron que en algún momento iban a necesitar de los ciudadanos a los cuales, quizá, en algún momento dado trataron con prepotencia y malas caras. Y aún así deben contar con nuestra solidaridad, porque detrás de todo esto se encuentra la verdadera razón: México sigue siendo entregado al mejor postor. Hablando más fríamente: mi enemigo no es el compañero liquidado, sino ese pseudo-gobierno que sigue entregando a nuestro país. Ese es el verdadero enemigo y el verdadero peligro.
Es un hecho que al pseudo-gobierno no le interesa en absoluto el bienestar del ciudadano y solo se dedica a dividirnos. Lo que se ve en la televisión y lo que se escucha en el radio respecto a LyF va con toda la intención de fomentar comentarios como con el que arranco esta entrada: '¡qué bueno!', '¡qué gusto!', '¡ojalá así hagan con todos los sindicatos!'… y yo no digo que no, pero también así se debería hacer con toda institución en donde se tenga la costumbre de enriquecerse ilícitamente y al hablar de esto, ni los secretarios de estado se salvan, vamos: ni siquiera la iglesia católica, basta ver el negocio que es la secta de los legionarios de cristo con todo y su líder, quien, además de enriquecerse como cualquier prángana líder sindical (el que sea), hasta el lujo se dio de violar niños y regar hijos por aquí y por allá… pero por estos tipos hasta la cara sacan para disculparles sus bajezas. A veces no sé en que México estoy viviendo.
No dejaré de mencionar que dentro de los comentarios en donde se demuestra el gusto por la liquidación de los compañeros electricistas, también he llegado a percibir un dejo de mucha envidia, como si fuera un crimen que un obrero esté bien pagado y con buenas prestaciones. Y si con eso se pretende hacer un escándalo, creo que es mucho más escandalizante que fuera de ciertos gremios que cuentan con jugosos salarios y prestaciones, el trabajador promedio esté tan mal pagado y sea tan explotado. Esto último es lo verdaderamente escandalizante: ¿por qué no entonces se ha exigido al pseudo-gobierno mejores condiciones laborales para todo obrero por igual?
* El colofón: Dentro de toda la "argumentación" que esgrime un típico desinformado, también me han alegado que a los empresarios se les puede disculpar que evadan impuestos porque crean muchos empleos. Pues sí, yo no niego que lo hagan, pero si crear un empleo implica estar muy mal-pagado, que el trabajador esté firmando un contrato nuevo cada tres meses porque con ello el empresario piadoso se evita la molestia de contar con trabajadores que vayan generando antigüedad y por ende más derechos laborales, si el crear empleos implica que el piadoso empresario haga maromas contables para declararse en 'ceros' y no pagar reparto de utilidades, si el crear empleos implica que el piadoso empresario pague lo menos que pueda por prestaciones como vacaciones y aguinaldos… no, pues… entiendo entonces cuando Vicente Fox decía que México era mejor que ayer.
Y por lo pronto, nos seguimos rezagando tanto en desarrollo tecnológico que, además de seguirnos descapitalizando para que así se tenga el pretexto para seguir privatizando, resulta también que hasta finales de diciembre nos llega el surtido de vacunas contra la influenza. Pobres de los paranoicos que sigan dormidos con el petate del muerto, va a ser una espera sumamente angustiante para ellos de aquí a esas fechas. No se nos vayan a morir antes.
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* Se publicó el 14 de octubre de 2009 en CONCIENCIA TV y El Cerro de las Campanas
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